Los primeros esclavos africanos en América Latina

Publié le 17 Janvier 2025

Los primeros esclavos africanos en América Latina

Un vistazo a la historia nos recuerda que los primeros esclavos africanos llegaron a las Américas hacia 1501. Provenían de las factorías portuguesas, ya que Portugal fue pionero en el comercio de esclavos, apoyándose en líderes de tribus costeras que capturaban y vendían a miembros de otras tribus consideradas rivales o extranjeras.  

Se estima que entre 1821 y 1860 llegaron a Cuba, únicamente, al menos trescientos cincuenta mil esclavos africanos. Provenían del sudeste de Nigeria y de la llamada Costa de los Esclavos, una región que abarcaba desde la cuenca del Congo hasta Liberia y Guinea Francesa.  

Entre las culturas africanas que más influyeron en nuestra identidad, destacan los yoruba. Este término agrupa a quienes compartían una lengua común, aunque no estuvieran políticamente unidos. Los yoruba desarrollaron una rica tradición artística y urbana, pero su mayor legado en estas tierras fue a través de su religión. Sus deidades, conocidas como orishas, forman la base de la Regla de Ocha, más conocida como santería.  

En África, cada orisha era venerado en una región específica:  
- Changó en Oyó.  
- Yemayá en Egbá.  
- Oggún en Ekití y Oridó.  
- Ochún en Ijebu e Ijosa.  

Sin embargo, algunos cultos, como los de Obatalá y Oddúa, se extendían por toda la región. Oddúa, considerado el padre fundador, era reconocido como el ancestro común de los gobernantes yoruba. Cabe señalar que la mayoría de los orishas eran figuras humanas divinizadas tras su muerte.  

Según la tradición yoruba, esta transformación de humano a deidad ocurría durante crisis emocionales extremas, cuando la pasión consumía el cuerpo físico y solo quedaba el aché, una energía pura y poderosa. Esta fuerza debía ser preservada por la familia en un fundamento o cazuela, que servía como recipiente para las ofrendas y conexión con el orisha. A pesar de su condición divina, el orisha era visto como un miembro de la familia, un legado transmitido por la línea paterna.  

Durante la época colonial, el Santo Oficio permitió las festividades africanas como una estrategia para mantener la docilidad de los esclavos, sin percatarse de que eran rituales religiosos profundamente elaborados. Así surgió el sincretismo, donde los orishas se asociaron con santos católicos. Por ejemplo, Changó se vinculó con Santa Bárbara y Babalú Ayé con San Lázaro, dando lugar a una rica tradición espiritual que perdura hasta hoy.

Rédigé par Last Night in Orient - LNO ©

Publié dans #Esclavage, #Yorubas, #Orishas, #Cuba, #Afrique

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