Publié le 4 Février 2024
Publié le 3 Février 2024
Una celebración tan antigua como la humanidad. La espiga de trigo de los misterios de Eleusis es símbolo de resurrección, Entre los griegos y los romanos, los sacerdotes espolvoreaban trigo o harina sobre las cabezas de las víctimas antes de inmolarlas. La semilla de trigo de inmortalidad o promesa de resurrección es alimento fundamental, es decir, alimento de inmortalidad.
El trigo vuelve a crecer - Chava Alberstein
Así que hoy, en nuestra sociedad moderna y tecnológica, volver a poner el foco en la fiesta de la cosecha no significa volver a caer en el paganismo y la idolatría. Al contrario, busca reconciliar al hombre con Dios mostrándole que su vida depende sólo de Dios. Se trata de redescubrir, en los beneficios que obtenemos de la naturaleza, la actividad creativa y viva de Dios. Hay una cosa tan necesaria como el pan de cada día, y es la paz de cada día; esta paz sin la cual el pan sería amargo. El origen del trigo, alimento universal, sigue siendo un misterio.
L'épi de blé des mystères d'Eleusis est symbole de résurrection - Last Night in Orient
La musique pour la construction du dialogue interculturel, la Fraternité et la Paix.
La symbolique du blé - Last Night in Orient
Il existe une chose aussi nécessaire que le pain quotidien, c'est la paix au quotidien; cette paix sans lequel le pain serait amer. L'origine du blé, nourriture universelle, reste encore un mystère
https://musique-arabe.over-blog.com/article-la-64243121.html
Publié le 2 Février 2024
Esta ilustración del Canadian Illustrated News titulada "Los chinos paganos en la Columbia Británica", que muestra a Amor de Cosmos pidiendo a un inmigrante chino que abandone la Columbia Británica ya que se niega a asimilarse a la provincia, se publicó el 26 de abril de 1879.
Y es aún menos portadora de civilización cuando vemos florecer en su nombre pensamientos tan abyectos como absurdos, como el del “choque de civilizaciones” o el “fin de la historia” que alimenta la avaricia ultraliberal. Ciertamente, no podemos rechazar a casi mil millones de seres humanos que practican la religión musulmana. Cuando defendemos la libertad de conciencia, es tan absurdo como odioso despreciar a los musulmanes, como hacen ciertos laicos que, en nombre de “su” supuesta tolerancia, son en realidad fundamentalistas.