Dans ses paroles, Escalona recueille magistralement le désaccord que les habitants ennuyeux de la ville de Badillo avaient, vu que la garde, un morceau d'ornementation du temple catholique, avait été volée.
En quelques strophes, le ménestrel vallenato a synthétisé le changement de la relique coloniale de la ville, tenant pour acquis le suspect, un «voleur honnête», comme il l'appelait lui-même le prêtre Lorenzo de Arboraya. Un frère capucin qui, après le vol, est sorti harcelé par les chœurs qui faisaient les villageois chaque fois qu'ils les voyaient passer.
Selon l'histoire, pour les célébrations de San Rafael, le père Arboraya, nouvellement arrivé dans la ville de Badillo, a demandé à recevoir les ornements sacrés qui restaient dans la maison de Gregorio Díaz.
Me han dicho que el pueblo de Badillo se ha puesto de malas
De malas porque su reliquia le quieren cambiar
Primero fue con San Antonio, Luis Enrique Maya
Ahora la cosa es distinta les voy a contar.
En la casa de Gregorio bien segura estaba
Una reliquia del pueblo tipo colonial,
Era una custodia linda bien grande y pesada,
Ahora por una liviana la quieren cambiar
Se la llevaron, se la llevaron, se la llevaron ya se perdió.
Se la llevaron, se la llevaron, se la llevaron ya se perdió.
Lo que pasa es que la tiene un ratero honrado,
Lo que ocurre es que un honrado se la robó.
Lo que pasa es que la tiene un ratero honrado,
Lo que ocurre es que un honrado se la robó
La custodia de Badillo.
Aunque digan que es calumnia del pueblo de Badillo,
Ellos con mucha razón presentaron sus pruebas,
No tiene el mismo tamaño, no pesa lo mismo,
No tiene el mismo color, entonces no es ella.
Parece que el inspector como que tuvo miedo,
Mucho miedo en ese caso para proceder,
Porque todavía no han dicho quién es el ratero,
Aunque todo el pueblo sabe quiénes pueden ser.
Seguramente que no fuí yo, ni Alfonso López ni Pedro Castro.
Seguramente que no fuí yo, ni Alfonso López ni Pedro Castro.
Ahora no fue Enrique Maya quien se la robó,
Ahora no podrán decir que fue un vallenato.
Ahora no fue Enrique Maya quien se la robó,
Ahora no podrán decir que fue un vallenato.
Al pobre de Enrique Maya lo pusieron preso,
Tan solo porque a San Antonio lo cogió prestado,
Al que se ha robado el caliz nadita le han hecho,
Ese robo de los curas se quedó enterrado.
A mi compa Cola Guerra cuando tenga fiesta,
Oye que abra bien los ojos para vigilar,
Con una 45 en la puerta de la iglesia,
Todo el que tenga sotana no lo deje entrar.
Y al terminar la misa que se pongan del cura pa' abajo a requisar,
Y al terminar la misa que se pongan del cura pa'abajo a requisar.