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Nuestro mundo se está desviando peligrosamente hacia una sociedad aún más deshumanizada y individualista que antes, una sociedad donde el ocio colectivo ya no existirá, donde la libertad de movimiento y de trabajo será limitada, donde Big Brother nos rastreará aún más Se prohibirán las manifestaciones, donde nuestros niños se verán obligados a vivir en condiciones no elegibles para aprender y aprender en la escuela, y donde las aplicaciones de GPS e inteligencia artificial nos dirán qué hacer, cuándo salir y dónde ir.

En resumen, una sociedad de esclavos donde los miembros de la misma familia ya no podrán besarse y donde ya no veremos las sonrisas y las emociones de los demás, ocultas bajo sus máscaras.

Y si se ve obligado a salir con un brazalete electrónico, ¿lo hará? Este ya es el caso, su teléfono inteligente es una pulsera electrónica.

¡Recuerda que no hay más amos si te niegas a asumir el papel de esclavos! Recuerde que su cuerpo tiene muchos más virus y bacterias que las células humanas.

Vivir confinados nos debilitará a todos a largo plazo, nuestra inmunidad se volverá más frágil, es la puerta abierta a otras pandemias. Las otras grandes pandemias en la historia de la humanidad tuvieron lugar cuando los aeropuertos y el tráfico aéreo no existían.