politique

Con 260 muertes por millón de habitantes, Bélgica ocupa un tercer lugar muy triste en el ranking mundial, detrás de España (343 muertes por millón), primero, e Italia, segundo (311). ¿Cómo se explica este calamitoso resultado? Los epidemiólogos tendrán mucho trabajo por hacer para determinar las cadenas causales e identificar las mejores prácticas en los próximos años.

Sin embargo, hoy está permitido hacer un primer inventario de lo que obviamente no debe hacerse. Basta observar lo que han hecho los políticos belgas: a pesar de la buena voluntad de algunos de ellos, han cometido un error por error, agregando a la fatalidad una gran dosis de estupidez, incompetencia y algunos, deshonestidad. No es responsabilidad exclusiva del gobierno o del Ministro de Salud. De hecho, es la bancarrota colectiva de todo un sistema lo que ha demostrado su incapacidad para proteger a la población.

Aquí están los siete pecados capitales de este sistema: miopía, negación, irresponsabilidad, orgullo, voluntad de poder, mentiras y, finalmente, la madre de todos los vicios, la indiferencia al destino de los demás.

C'est la prémisse, le slogan des gouvernement libéraux.

• Restez à la maison, dit le footballeur, étreignant sa femme alors que leurs enfants parcourent les 400 mètres carrés de leur maison.
• Restez chez vous, dit le politicien, pendant qu'il choisit dans laquelle de ses propriétés il sera mis en quarantaine.

Le virus révèle encore plus d'intolérance, l'apathie avec laquelle le secteur privilégié de cette société regarde ceux qui en ont le moins.
Rester à la maison, prendre soin les uns des autres: ils sont accusés et interrogés.
À l'extérieur du virus, à l'intérieur de la misère, la déception, l'incertitude, le désespoir.

Prenons-nous soin les uns des autres?