Publié le 7 Avril 2020
La epidemia de coronavirus, sospechosa de haber nacido en el mundo animal antes de pasar a los humanos, constituye una alerta "sin precedentes" de la urgencia de proteger la naturaleza. Esta es una nueva alerta, aquí sin precedentes, sobre el vínculo entre la crisis de biodiversidad y la crisis de salud, después de otras epidemias (Ébola, SARS, gripe aviar) del mundo animal.
Aparecido en un mercado en Wuhan en China poniendo en contacto a animales salvajes, animales domésticos y la población humana, el virus es probablemente el resultado de una recombinación viral que involucra a varios huéspedes salvajes, incluidos murciélagos y pangolines.
Este nuevo coronavirus ilustra los peligros de la sobreexplotación de especies silvestres, considerada como la segunda causa principal de pérdida de biodiversidad en el mundo, tanto para la supervivencia de las especies como para los humanos. Las consecuencias de esta crisis deberán extraerse integrando plenamente sus vínculos con la degradación de la naturaleza.
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