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El martes por la noche, en su opinión, el Consejo Superior de Salud señaló algunas preocupaciones sobre el uso de estos productos de la empresa luxemburguesa Avrox. Según revelaciones de nuestros compañeros de RTBF, el tejido con el que están fabricados contiene nanopartículas de plata y dióxido de titanio dañinas para el tracto respiratorio al inhalarlas.

Tras esta alerta, el ministro Franck Vandenbroucke ordenó un estudio adicional a Sciensano. Pero es probable que los resultados caigan en varios meses. Por eso, mientras espera y como medida de precaución, el ejecutivo pide a las farmacias que suspendan la distribución de estas mascarillas si aún las tienen y a los ciudadanos que dejen de usar las que tienen.

En total, Bélgica había encargado 15 millones de piezas a través de un controvertido contrato. La justicia también había abierto una investigación sobre las condiciones de atribución a una empresa luxemburguesa de este mercado público en relación con la compra de estos millones de máscaras de tela lavables.